No recuerdo mucho los días sucesivos a la boda. Solo recuerdo una sensación de andar sobre nubes. No me la podía creer. Sabía que me gustaba y algo más, y sabía que yo le había gustado a él.
Sentía mariposas en la panza constantemente. Mis problemas con mis amigos se me habían olvidado. Todo en lo que pensaba era en él. Él, él, él.
Regrese a la escuela el lunes. Mis amigas habían armado una confrontación conmigo porque según ellas yo tenía problemas. Yo solo les dije que ya mejor olvidaramos todo pero no les conte nada. ABSOLUTAMENTE NADA. Sentía que no me íban a creer.
Seguimos con los ensayos de la obra de teatro "Rajemos, Marques, Rajemos". Ya era el final del semestre y no había mucho que hacer. La sonrisa de la cara nadie me la podía quitar. Estaba como en drogas, pero de las buenas, jajaja.
Secretamente mi mamá y mi abuela trabajan por conseguirme el teléfono de Jesper aquí en México.
Alucinaba. Me imaginaba que llegaba a la mitad de la clase, o que tocaba a la puerta de mi casa. Me imaginaba besándolo, estando con él y entonces, entonces me dí cuenta que tal vez nunca lo volvería a ver. Y la sensación de andar caminado en las nubes se convirtio en un dolor muy fuerte en mi corazón. En estos momentos mi memoria me falla pero tengo el recuerdo de un día que mi mamá llego a la casa y me encontre en mi recámara a obscuras llorando. Me dolía mucho que por fin había encontrado a alguien que en realidad me había hecho sentir algo y que fuera a simplemente a desaparecer de mi vida sin que nada sucedería. Mi mamá me abrazo y me pregunto: Ya te enamoraste? No pude responder nada, solo afirme con la cabeza. Estaba enamorada. Y era un amor imposible.
Llego el día de la obra de teatro que fue una de las cosas más divertidas de toda mi vida. Yo era una argentina loca mamá de un policia, que era R el novio de N. Nos divertimos muchísimo y reímos y después fuimos a casa de J a celebrar. Pero yo no podía dejar de pensar en él.
Al siguiente día llamo mi abuela por teléfono. Tenía el número de Jesper pero me tenía que apurar para llamarlo porque ese mismo día se regresaba a Estocolmo. Corrí y le llame por teléfono. La alegría en su voz casi hizo que me desmayara. Me dijo que había intentado quedarse en la Ciudad de México para verme pero que todo se había complicado y ahora tenía que regresar a Suecia. Le desee buena suerte y él prometio en escribirme cuando llegará.
Besos,
Aurea.
Hoy es cumpleaños del que me robo el corazón ♥