Por qué Heidi me hace llorar?

Se acuerdan de Heidi? Bueno, pero quien mayor de 18 años no se acuerda de Heidi? Aquí les va una recordadita jiji.











En la parte en la le pregunta al abuelito "Por qué soy tan féliz?" siento una tristeza tan horrible. Y siempre la he sentido, desde que estaba bien chiquita y llegaba de la escuela y prendía la tele en 7 y veía Heidi en lo que la comida estaba lista.

Y como lloré por la Heidi!!!! Pero no solo con ella, si no también con Remi y con Candy Candy. Y era un drama con la Candy!!! Aunque también me caía medio gorda por fácil, jajaja.


Ahora puedo entender que todas estas caricaturas me hagan llorar, por la nostalgia, por recordar mi infancia. Lamentablemente los seres humanos no la vivimos atados al pasado, por el obvio terror de que algun día vamos a morir, y queremos regresar a aquellos días en los que teníamos "más vida".


Yo la neta tengo un chingo de recuerdos bien fregones de mi infancia, como cuando con mis amigas nos juntabamos a jugar Barbies y primero armabamos toda la casa y a la hora de ponernos a jugar nos teniamos que meter a la casa. O cuando una vez mi mamá me compro una cocinita de aluminio super padrísima, yo recuerdo ese día como uno de los días más félices de mi vida.


Doy gracias que a mí todavía me toco vivir una infancia un poco más tradicional por decirlo de alguna manera, en la que jugaba "Teléfono Descompuesto" y "a las escondidillas". Jajajaja me acuerdo que mi mamá me prohibia jugar a "las coladas". Y claro "las cebollitas" tampoco faltaron, que ya más grandecita nada más era excusa pa estar cerca del que me gustaba, uuuhhhhhhhhhhh.


Como me acuerdo de cuando regresabamos de casa de mis abuelos y mi mamá me compraba "El Capulinita", como me encantaba!!! También me acuerdo que cada 6 meses se ponían de moda los trompos. Me encantaba traer dos "donas" para el cabello en la mano como Fey, y los tirantes colgados. Ay!!!! Y como me acuerdo que tenía una camisa de franela azul con cuadros negros que no soltaba para nada.


Y el drama que le tenía qu hacer a mi papá para que me comprara unos Mamba o un Lucas. Que por cierto creo que ya no venden el Lucas así nada más como polvo, seguramente toda mi generación tiene gastritis.

Como me encantaba que mi mamá me mandara de lunch mi sandwich con pan Bimbo y un nesquick, o un chcocomilk, o un boing de guayaba, y lo más raro y lo que más me gustaba era que el sandwich se me pegaba al paladar!!!! Jajajaja, como me encantaba con queso amarillo. Ahora no puedo comerme ningún tipo de sandwich sin mostaza.





Bueno, pues ya saben, si me van a invitar un "sangüich" más le vale que sea con mostaza, y unas rajitas por supuesto.

Besos Nostalgicos,

Aurea