Livin' La Vida Aurea

04 febrero 2016

Biblos: El Amante Japonés


Hace unos meses me encontraba perdiendo el tiempo en Shinjuku caminando por Takashimaya Times Square, a dónde fui a dar buscando donde encontrar estambre barato, y oh dios mío si lo encontré, pero ya les contaré de eso en otra ocasión. Una vez que compré mi estambre me perdí adentro de Takashimaya, porque es enorme, y necesitaba enocontrar por el que había entrado o me iba a tocar muchísimo de regreso a la estación del metro. 


 Takashimaya en Shinjuku, Tokio

Pero como dicen "todo pasa por alguna razón" y que bueno porque terminé encontrándome con una librería gigantesca llamada Books Kinokuniya. Es de esas librerías que me encantan, de 4 pisos enormes con títulos y más títulos de todo tipo y con una enorme selección de libros en Inglés, Español, Alemán y Francés. Ahí me entretuve por lo que yo pensé fue media hora, hasta que vi el reloj y me di cuenta que llevaba 3 horas ahí. 3 horas! Traía cargando 20 libros conmigo pero al final me decidí por El Amante Japonés, por ser Allende y porque mi locación geográfica. 

Hace algunos años recibí una copia de Paula de Isabel Allende y la ignoré por mucho tiempo hasta hace 2 años. Me encontraba sin nada que leer y con flojera de salir a comprar algo que leer así que tomé el libro y comencé a leer. Desde las primeras páginas me enamoré de la narrativa de Allende, de como se siente que te sentaste a tomarte un cafe con ella y te esta contado la historia de una forma tan natural pero al mismo tiempo tan llena de detalles sin llegar a lo innecesario.  

Así también fue con El Amante Japonés. 

Esta historia surge alrededor de la vida de Alma Belasco de origen polaco que durante la Segunda Guerra Mundial es mandada a San Francisco por sus padres para vivir con sus muy bien adinerados tíos y primos. La historia salta de presente a pasado contando la situación actual de Alma viviendo en una casa de la tercera edad y como su vida se revolvió después de dejar Polonia y encontrar el sueño Americano. 

En su infancia en San Francisco conoce a Ichimei, el hijo del jardinero, quien inmediatamente se convierte en el amor de su vida, lamentablemente en una época en la que las parejas interraciales no son comunes y peor aún son ilegales, no dejándolos estar juntos. El relato nos lleva por la Invasión de Polonia, Pearl Harbor, los Campos de Concentración para Japoneses en Estados Unidos, la Resistencia Judía en Francia durante el Holocausto, la creación del Estado Judío, hasta tiempo más modernos incluyendo la epidemia del SIDA y el uso del internet para actos perversos. 

Mientras tanto en el presente, Alma conoce a Irina, una joven de Moldova con un pasado que no la deja ser feliz, o mejor dicho le hace creer que por su pasado no merece ser feliz. 

Para esta novela, Allende basa su narrativa en sucesos históricos reales contando la perspectiva personal de personas viviendo en el período y a manera en la que afecto sus vidas y su percepción de las cosas. La ficción se pierde a veces ya que es muy fácil reconocer a los personajes como personas de la vida real, con sus propios sentimientos, convicciones, opiniones, decisiones y juicios, aunque a veces no correctos.

El final del libro me dejo en lágrimas, no por la fatalidad si no por los sentimientos expresados.

Aunque Allende no llena los zapatos de Gabriel García Marquez si le pone un velo al huequito de momentos, en especial con este tipo de historias que cubren generaciones. 

2 comentarios:

Liv dijo...

Helou,

A mi todavía no me entra en la cabeza, cómo es que Shinjuku es TAN GRANDE. Es posible perderse horas y horas y horas ahí, tan sólo dedicando una mirada de 10 segundos a cada tienda. No me quiero imaginar los tesoros que se puede uno encontrar ahí. Lo único desesperante es lo de las tallas de los zapatos, ninguna me queda, muchas gracias. Un centro comercial sin zapatos que me queden es muy feo, pero con todo lo demás que tienen desquitan :) Disfruta!!

Aurea dijo...

Liv: Shinjuku es ENORME! te tardas como dos horas de caminar de el este al oeste y cuidadito y te salgas por la puerta equivocada del metro porque ya valiste jaja.