Livin' La Vida Aurea

14 noviembre 2013

Del Vegetarianismo (O Pescatarismo) Pt.1

Por muchos años sufrí de diversos problemas estomacales. Cuando era adolescente sufría de ataques de colitis y gastritis que me hacían sentir muy mal. Un día hablando con un doctor, ni siquiera en consulta, me recomendó que hiciera un tratamiento con tal pastilla por tres meses para que se me quitará y funcionó. Desde que hice ese tratamiento nunca he padecido de gastritis ni de colitis de nuevo.

Después me mudé a Suecia y mi dieta cambió totalmente. La ingesta de carne se duplicó, la de lacteos se triplico y la el consumó de carbohidratos glutenicos se salió de control. Sin mencionar el consumo de papas y azúcar. En México yo tomaba refresco, comía dulces y tortillas pero nunca en exceso. Llego un momento en el que me podía comer una bolsa de papas fritas grande, una barra de chocolate y dos litros de refresco en cuestión de una hora. Las cenas siempre eran alrededor de las 9 de la noche cargadas de carne, papas y crema. Me la pasé como un año entero con constante dolor en el estomago, dolores de cabeza y problemas al hacer del baño. Después de comer parecía que tenía 5 meses de embarazo. Me la pasaba gasienta, con el estomago tan inflamado que me empezó a bajar la autoestima y en general incómoda con mi cuerpo. Todo hasta que llegamos a la conclusión y más tarde el doctor confirmo que estaba sufriendo de una intolerancia a la lactosa.

Lo que sucede es que nacemos con un cierto de número de encimas en nuestro  cuerpo que nos ayudan a procesar el azúcar lactea los primeros años de nuestra vida, que es cuando el consumo de leche materna sucede. Algunas personas nacen con muy pocas encimas y alrededor de los 8 años ya no les he posible digerir apropiadamente la lactosa. Yo en México no consumía muchos productos lacteos, pero en Suecia, los estaba consumiendo en todas mis comidas y hasta con las papitas fritas. Lo cual me lleva a la conclusión de que en mis primeros meses en Suecia me acabé las pocas encimas que me quedaban. En cuanto se me dio el diagnóstico comencé a evitar los productos lácteos, pero se me dificulto un poco.

Aparte de eso, al año de haber vivido en Suecia había subido casi 10 kilos, que al final se convirtieron en 15. No tenía la motivación para hacer ejercicio y con un chef de novio eso de hacer dietas estaba fuera de cualquier plan. Hace casi 5 años comencé a sentir movimientos raros en mi colón y me asuste. Íba al baño una vez cada dos días y evacuaba practicamente nada. El doctor mandó a que me hiciera una endoscopia y la noche antes tuve que hacerme una purga hasta que evacue un agua tan clara y limpia como la de los garrafones. No encontraron nada en la encoscopia, pero después de la purga y hasta el día de hoy voy al baño de 2 a 3 veces al día. (Demasiada información, Aurea...)

Cuando sucedió lo que sucedió y me encontré soltera, sinceramente me entro la depre y no podía comer. Me servía de comer y la comida no me sabía. Y eso era lo que me hacía comer antes, los sabores. Pero en esos meses no le veía sentido, no le encontraba el gusto. Así que en cuestión de un mes y medio bajé 8 kilos. Y de cierta forma eso me motivó. Comencé a poner más atención a lo que comía y por ejemplo dejé de comer tanta papa, en vez de papas comía ensalada con los guisados y me sabía delicioso. Le agarré un gusto terrible a las ensaladas de pollo, de camarones y de huevo. Se me quitó el gusto por el refresco, ya que en el trabajo cuando cambiaba el caramelo para la maquina del refresco me llegaba un olorcito medio raro que me empezó a dar asco. Me di cuenta del daño que las azúcares refinadas hacen al cuerpo y prácticamente deje de consumirlas totalmente. Comencé a correr diariamente por lo menos 5 kilómetros. Seguí bajando de peso, pero no tan drásticamente y hasta el día de hoy ni un kilo de lo que he bajado lo he subido de nuevo.

Pero apesar de todos estos cambios, mi estomago me seguía incomodando. Y no solo eso, sino que me la vivía cansada y somnolienta TODO EL TIEMPO. Eso sí, le tenía una resistencia al alcohol que que barbara! Como trailero de Sinaloa. Hay una leyenda en el Pueblo Viejo de Estocolmo acerca de una mexicana de medio metro que emborracho a 3 irlandeses con shots de Jägermeister y ya salió con las dos piernas caminando del bar... Dicen, quien sabe. Siguiendo con el tema... Me dolían las articulaciones, me daban nauseas a cada rato, vomitaba por cualquier cosa, tenía la piel super seca, vivía con diarrea y mi asma estaba a todo lo que daba. Cada mañana al despertarme me tenía que dar un "toque" con el inhalador. Fuí a México, comí KFC y casi me muero. Hasta de la fiebre provocada por el pollo soñé que ya me había muerto y me había convertido en un zombie.

Y entonces note un patrón... Cada vez que comía carne (pollo, res, puerco, borrego... ) me sentía mal. No experimentaba lo mismo con el huevo o el pescado, pero como lo he explicado sí con "alimentos sanguíneos" o sea que contienen sangre. Me dí cuenta de que era yo, porque en grupos podíamos comer exactamente lo mismo y yo era la única que se sentía mal. Me daban nauseas, se me inflamaban las articulaciones, sudaba frío en las noches... y lo más chistoso, si cenaba carne amanecía "cruda", con exactamente los mismos síntomas de la resaca. Aquí fue cuando decidí experimentar y saque todo la carne de mi dieta por 6 días a la semana y solo los Domingos comía carne para cenar. Toda la semana me sentía de maravilla. Me la pasaba comiendo todo el tiempo pequeñas porciones de ensalada, sopa, etc. Me sentía energética, me levantaba inmediatamente, tomaba más agua, mi piel inmediatamente mejoro y me "desinflame". Mis pómulos se marcaron y no me empanzonaba, al contrario, apesar del entrenamiento arduo tenía definición en todo mi cuerpo a excepción de mi abdomen, a las tres semanas del experimento empece a notar definición. Pero llegaba el Domingo y me atragantaba mi bistec, costillas, chuletas y me sentía enferma. Así que a los dos meses del experimento decidí dejar de comer carne. 

Los lacteos tambien los he reducido en mi dieta. En especial después de ver "Forks Over Knives", ese documental ha venido a cambiar mi vida de una forma muy positiva. 
Forks Over Knives

Se los dejó de tarea. Lo encuentran en Netflix. 

Aurea. 


2 comentarios:

Judith dijo...

Carne en exceso, papas y comidas espaciadas(solo desayuno y cena), me regalaron 3 kilos durante las 3 semanas que estuve allá. Todo delicioso pero en exceso.

Tu fuerza de voluntad es de admirarse y te has ganado muchos años de vida saludable ;)

Ma Fernanda dijo...

Guauuuuuu . Bueno eres afortuma yi creo que deberia hacer como tu con algunos alimentos